Microplásticos detectados en el líquido folicular ovárico: ¿qué significa para la fertilidad humana?

Microplásticos detectados en el líquido folicular ovárico: ¿qué significa para la fertilidad humana?

Microplásticos detectados en el líquido folicular ovárico: ¿qué significa para la fertilidad humana?

Apr 22, 2025

Apr 22, 2025

Imagen ilustrativa. Crédito: Pavel Danilyuk, Pexels vía Canva.

Imagen ilustrativa. Crédito: Pavel Danilyuk, Pexels vía Canva.

Por primera vez, científicos han identificado microplásticos en el líquido folicular ovárico humano. Descubre los posibles impactos en la fertilidad y cómo reducir tu exposición a estas partículas.

Por primera vez, científicos han identificado microplásticos en el líquido folicular ovárico humano. Descubre los posibles impactos en la fertilidad y cómo reducir tu exposición a estas partículas.

Investigadores italianos han hecho un hallazgo alarmante: por primera vez, se han encontrado microplásticos en el líquido folicular ovárico humano. El estudio, realizado en Salerno con 18 mujeres en tratamiento de fertilidad, detectó estas partículas sintéticas en 14 de las 18 muestras analizadas.

Este descubrimiento marca un hito en la comprensión de los efectos de la contaminación plástica sobre la salud reproductiva femenina.

La importancia del líquido folicular

El líquido folicular desempeña un papel esencial en el proceso reproductivo, ya que rodea y nutre los óvulos durante su maduración. Proporciona nutrientes y señales bioquímicas que favorecen una fecundación exitosa. La presencia de microplásticos en este entorno delicado podría alterar la calidad de los óvulos y comprometer la concepción.

Microplásticos: peligros invisibles

Estas partículas diminutas, de menos de 5 mm, pueden incorporar hasta 16 000 sustancias químicas, muchas nocivas para la salud humana. Entre los compuestos más preocupantes destacan los PFAS (conocidos como “sustancias eternas”), bisfenoles como el BPA y ftalatos. Se les ha asociado con cáncer, neurotoxicidad, alteraciones hormonales y problemas de fertilidad.

Además, los microplásticos son lo suficientemente pequeños como para atravesar barreras biológicas, como la placenta e incluso la barrera hematoencefálica.

Lo que sabemos hasta ahora

Esta investigación forma parte de un proyecto más amplio dirigido por el médico e investigador Luigi Montano, quien ya ha identificado microplásticos en otras muestras humanas, como orina y semen. Estudios en animales respaldan las advertencias: en ratones, los microplásticos provocaron daños en el tejido ovárico, redujeron la calidad de los óvulos y causaron disfunciones ováricas.

Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que la acumulación de estas partículas en el organismo podría estar directamente relacionada con la disminución de la fertilidad.

Qué dicen los expertos

El profesor Xiaozhong Yu, de la Universidad de Nuevo México, califica el descubrimiento de “muy importante”, pero subraya la necesidad de estudios más amplios. Defiende investigar los niveles de exposición humana y sus efectos a largo plazo en la salud reproductiva.

Otros equipos están explorando maneras de mitigar los impactos mediante cambios en el estilo de vida y la alimentación.

Cómo reducir la exposición a microplásticos

Evitar calentar alimentos en recipientes de plástico o almacenar bebidas calientes en ellos disminuye de manera importante la liberación de partículas. Cuando sometemos el plástico al calor, éste se degrada más fácilmente y libera microplásticos que luego ingerimos sin darnos cuenta.

Optar por utensilios de vidrio, acero inoxidable o madera es una alternativa más segura y duradera. Estos materiales no liberan compuestos tóxicos ni microplásticos, y al ser reutilizables ayudan también a reducir el consumo de plásticos de un solo uso.

Rechazar vasos desechables de papel con revestimiento plástico o las bolsitas de té de plástico minimiza la ingesta cotidiana de microplásticos. Estas fuentes, por su naturaleza, liberan billones de partículas al contacto con líquidos calientes, lo que incrementa nuestra exposición diaria.

Finalmente, elegir alimentos orgánicos puede contribuir a reducir la concentración de microplásticos en el organismo. Al evitar pesticidas y fertilizantes sintéticos —que a veces contienen microplásticos en su formulación—, disminuimos una vía adicional de contaminación.

¿Quieres profundizar en este estudio y sus implicaciones? Lee el artículo completo de The Guardian aquí.

Investigadores italianos han hecho un hallazgo alarmante: por primera vez, se han encontrado microplásticos en el líquido folicular ovárico humano. El estudio, realizado en Salerno con 18 mujeres en tratamiento de fertilidad, detectó estas partículas sintéticas en 14 de las 18 muestras analizadas.

Este descubrimiento marca un hito en la comprensión de los efectos de la contaminación plástica sobre la salud reproductiva femenina.

La importancia del líquido folicular

El líquido folicular desempeña un papel esencial en el proceso reproductivo, ya que rodea y nutre los óvulos durante su maduración. Proporciona nutrientes y señales bioquímicas que favorecen una fecundación exitosa. La presencia de microplásticos en este entorno delicado podría alterar la calidad de los óvulos y comprometer la concepción.

Microplásticos: peligros invisibles

Estas partículas diminutas, de menos de 5 mm, pueden incorporar hasta 16 000 sustancias químicas, muchas nocivas para la salud humana. Entre los compuestos más preocupantes destacan los PFAS (conocidos como “sustancias eternas”), bisfenoles como el BPA y ftalatos. Se les ha asociado con cáncer, neurotoxicidad, alteraciones hormonales y problemas de fertilidad.

Además, los microplásticos son lo suficientemente pequeños como para atravesar barreras biológicas, como la placenta e incluso la barrera hematoencefálica.

Lo que sabemos hasta ahora

Esta investigación forma parte de un proyecto más amplio dirigido por el médico e investigador Luigi Montano, quien ya ha identificado microplásticos en otras muestras humanas, como orina y semen. Estudios en animales respaldan las advertencias: en ratones, los microplásticos provocaron daños en el tejido ovárico, redujeron la calidad de los óvulos y causaron disfunciones ováricas.

Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que la acumulación de estas partículas en el organismo podría estar directamente relacionada con la disminución de la fertilidad.

Qué dicen los expertos

El profesor Xiaozhong Yu, de la Universidad de Nuevo México, califica el descubrimiento de “muy importante”, pero subraya la necesidad de estudios más amplios. Defiende investigar los niveles de exposición humana y sus efectos a largo plazo en la salud reproductiva.

Otros equipos están explorando maneras de mitigar los impactos mediante cambios en el estilo de vida y la alimentación.

Cómo reducir la exposición a microplásticos

Evitar calentar alimentos en recipientes de plástico o almacenar bebidas calientes en ellos disminuye de manera importante la liberación de partículas. Cuando sometemos el plástico al calor, éste se degrada más fácilmente y libera microplásticos que luego ingerimos sin darnos cuenta.

Optar por utensilios de vidrio, acero inoxidable o madera es una alternativa más segura y duradera. Estos materiales no liberan compuestos tóxicos ni microplásticos, y al ser reutilizables ayudan también a reducir el consumo de plásticos de un solo uso.

Rechazar vasos desechables de papel con revestimiento plástico o las bolsitas de té de plástico minimiza la ingesta cotidiana de microplásticos. Estas fuentes, por su naturaleza, liberan billones de partículas al contacto con líquidos calientes, lo que incrementa nuestra exposición diaria.

Finalmente, elegir alimentos orgánicos puede contribuir a reducir la concentración de microplásticos en el organismo. Al evitar pesticidas y fertilizantes sintéticos —que a veces contienen microplásticos en su formulación—, disminuimos una vía adicional de contaminación.

¿Quieres profundizar en este estudio y sus implicaciones? Lee el artículo completo de The Guardian aquí.

Investigadores italianos han hecho un hallazgo alarmante: por primera vez, se han encontrado microplásticos en el líquido folicular ovárico humano. El estudio, realizado en Salerno con 18 mujeres en tratamiento de fertilidad, detectó estas partículas sintéticas en 14 de las 18 muestras analizadas.

Este descubrimiento marca un hito en la comprensión de los efectos de la contaminación plástica sobre la salud reproductiva femenina.

La importancia del líquido folicular

El líquido folicular desempeña un papel esencial en el proceso reproductivo, ya que rodea y nutre los óvulos durante su maduración. Proporciona nutrientes y señales bioquímicas que favorecen una fecundación exitosa. La presencia de microplásticos en este entorno delicado podría alterar la calidad de los óvulos y comprometer la concepción.

Microplásticos: peligros invisibles

Estas partículas diminutas, de menos de 5 mm, pueden incorporar hasta 16 000 sustancias químicas, muchas nocivas para la salud humana. Entre los compuestos más preocupantes destacan los PFAS (conocidos como “sustancias eternas”), bisfenoles como el BPA y ftalatos. Se les ha asociado con cáncer, neurotoxicidad, alteraciones hormonales y problemas de fertilidad.

Además, los microplásticos son lo suficientemente pequeños como para atravesar barreras biológicas, como la placenta e incluso la barrera hematoencefálica.

Lo que sabemos hasta ahora

Esta investigación forma parte de un proyecto más amplio dirigido por el médico e investigador Luigi Montano, quien ya ha identificado microplásticos en otras muestras humanas, como orina y semen. Estudios en animales respaldan las advertencias: en ratones, los microplásticos provocaron daños en el tejido ovárico, redujeron la calidad de los óvulos y causaron disfunciones ováricas.

Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que la acumulación de estas partículas en el organismo podría estar directamente relacionada con la disminución de la fertilidad.

Qué dicen los expertos

El profesor Xiaozhong Yu, de la Universidad de Nuevo México, califica el descubrimiento de “muy importante”, pero subraya la necesidad de estudios más amplios. Defiende investigar los niveles de exposición humana y sus efectos a largo plazo en la salud reproductiva.

Otros equipos están explorando maneras de mitigar los impactos mediante cambios en el estilo de vida y la alimentación.

Cómo reducir la exposición a microplásticos

Evitar calentar alimentos en recipientes de plástico o almacenar bebidas calientes en ellos disminuye de manera importante la liberación de partículas. Cuando sometemos el plástico al calor, éste se degrada más fácilmente y libera microplásticos que luego ingerimos sin darnos cuenta.

Optar por utensilios de vidrio, acero inoxidable o madera es una alternativa más segura y duradera. Estos materiales no liberan compuestos tóxicos ni microplásticos, y al ser reutilizables ayudan también a reducir el consumo de plásticos de un solo uso.

Rechazar vasos desechables de papel con revestimiento plástico o las bolsitas de té de plástico minimiza la ingesta cotidiana de microplásticos. Estas fuentes, por su naturaleza, liberan billones de partículas al contacto con líquidos calientes, lo que incrementa nuestra exposición diaria.

Finalmente, elegir alimentos orgánicos puede contribuir a reducir la concentración de microplásticos en el organismo. Al evitar pesticidas y fertilizantes sintéticos —que a veces contienen microplásticos en su formulación—, disminuimos una vía adicional de contaminación.

¿Quieres profundizar en este estudio y sus implicaciones? Lee el artículo completo de The Guardian aquí.

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